PRISIONES
Piden la dispersión de los narcos encarcelados en Algeciras tras dos ataques a funcionarios
El coche de una trabajadora social, con "voz y voto" en la concesión de beneficios penitenciarios, y el de su pareja ardieron el martes. En febrero le ocurrió lo mismo a un compañero. Se piensa que ha habido un trabajo de seguimiento previo, según El Confidencial.

"Hay una serie de cosas que encajas por el tipo de trabajo que desempeñas, pero hay otras que saltan a la esfera personal, que son muy difíciles de asumir. Llevo aquí 25 años y nunca ha pasado esto. Se están cruzando líneas rojas". La "preocupación" se ha instalado entre los trabajadores de la prisión algecireña de Botafuegos después de que supuestamente hayan incendiado intencionadamente los coches de una funcionaria y su pareja cuando estaban en el domicilio familiar. Un suceso similar al que padeció otro compañero el pasado mes de febrero y que investiga la Policía Nacional por si fuesen intentos de amedrentar y coaccionar a estos empleados públicos como represalia a su labor en la cárcel.
Esta es la hipótesis que maneja el sindicato Acaip-UGT, que establece un paralelismo entre el trabajo de los dos funcionarios y los daños sufridos, e intuye la mano del narcotráfico detrás de los incendios. No se puede obviar que Botafuegos es la 'cárcel del narco', donde van a parar los componentes de todos aquellos grupos organizados que dominan el tráfico de drogas en el Campo de Gibraltar, y otros que operan desde las costas marroquíes. "Y siempre se había respetado, tanto a las normas del centro, como a los trabajadores penitenciarios". "Te podían decir alguna cosa de boquilla, pero se quedaban ahí. Ahora parece que han decidido actuar", explica a El Confidencial un funcionario que ha desarrollado la casi totalidad de su carrera en esta prisión.
"Estamos preocupados", resume después del presunto ataque sufrido el martes por una trabajadora social del centro, cuyo coche y el de su pareja ardieron cerca de la medianoche. "Ocurrió en la puerta de su domicilio, como le pasó a otro compañero en febrero, y eso revela que ha habido un trabajo de seguimiento previo. Y esto genera inquietud, que sepan dónde vivimos, que puedan hacer daño nuestras familias", señala.
Esta empleada "tiene voz y voto en los equipos técnicos". Es decir, su opinión es clave para la concesión de beneficios penitenciarios —permiso de salida, designación del tercer grado...—. "Y ya se sabe, al que le sale la cosa bien, está contento; pero al que le viene mal, te quiere matar". Mientras que el otro trabajador cuyo coche fue incendiado, el día antes de este suceso, realizó una requisa de distintos objetos —teléfonos móviles, mayoritariamente— a determinados presos.